FELIX Kitchen & Bar es un lugar donde la belleza y la buena mesa brindan. Estar en Felix Kitchen & Bar fue una experiencia divina. Cuando llegan a la mesa los Aranygaluska, el aroma cálido de llena el espacio, veo los panecillos recién horneados suaves, con cascara dorada y ultra esponjosos, bañados con una crema aterciopelada de nueces y vainilla con un toque de helado de caramelo y nueces. Un desayuno esplendido. Llega acompañado de un café con leche cremosa. Los sabores son divinos y a la vez son tan sencillos y familiares : ese es el toque mágico.
La sensación de alegría llena mi pecho. Además el lugar es tan hermoso: grandes lamparas hechas con delicados anillos dorados que flotan dentro de un palacete imperial. Es muy temprano en la mañana hay un luz dorada que entra por las ventanas y se puede ver el Danubio que también esta bañado por esta luz color oro.
Tomamos 2 copas de vino Tokay, el Rey de los vinos. Las copas de cristal con el liquido color sol llegan a nuestras manos -es un vino ideal para combinar con postres- es profundamente aromático: lo primero que destaca es su sabor a miel, luego vas sintiendo toque de albaricosques, pera, piña. Nuestro amigo sommelier Sebastian Giraldo – el mejor Sommelier de Hungría 2022- nos ofrece una copa de vino de Tokaj Aszú Oremus 6 Puttonyos Aszú 1972 (50 años de envejecimiento). Destacan en el vino el sabor de compota de manzana, vainilla, ahumados, nueces un color ámbar profundo . Su textura es aterciopelada y suave. Sebastian me explica todo sobre este vino excepcional.
El Tokaji se produce de forma muy especial, pues la uva es invadida por un moho gris. El moho se desarrolla, en los viñedos de una región de Hungría pues es una zona volcánica, seca pero a la rivera del rio, lo que hace que sea un lugar de gran humedad y con mucha niebla. Así la uva va absorbiendo humedad y empieza un proceso de pudrición donde las uvas se marchitan, pero se vuelven muy dulces. Se recolectan a mano, uva por uva, pues son extremadamente frágiles y se separan del resto de las uvas para producir el Tokaji. Estas uvas se llaman uvas Aszú, se recopilan en canastos de madera llamados puttonyos. Dependiendo de la cantidad de canastos usados el vino será mas o menos denso y mas o menos dulce ( esta es la forma de otorgar calidad ) se almacenara por un mínimo de 3 años en bodegas construidas por piedras volcánicas y donde crece un segundo moho, que cubre las paredes de la bodega. Esto intercambio de temperatura, materiales y ésteres otorgara a cada barrica una cantidad nueva de aromas y sabores. Todo esto crea un vino de color dorado como el oro. Luis XIV, el Rey Sol nombro al Tokaji como: «Vinun Regum. Rex Vinorum» Rey de los Vinos. Vino de los Reyes.
Todas las cortes Europeas tomaron esa delicia húngara. Los zares de Rusia Pedro el Grande y Catalina la Grande, enviaban un destacamento de cosacos que custodiaba los cargamentos del vino durante su largo viaje desde las colinas volcánicas de la Tokaj hasta San Petersburgo, para asegurar sus botellas.
La combinación de los sabores, la conversación y el lugar hacen una mezcla espléndida. Felix esta ubicado frente al Danubio y es un bellísimo edificio que fue diseñado para ocultar las bombas de agua que servían al Palacio Imperial de Buda. El arquitecto «escondió» brillantemente un sistema de bombeo y calderas de vapor. Se abrió una cafetería en la parte norte, mientras que las máquinas trabajaban en interior del edificio para bombear agua, de la calidad y cantidad adecuadas al castillo. Todo esto fue obra del genio de la arquitectura Miklós Ybl, quien hizó edificios como la Ópera de Hungría , los palacios de Pollack y Bazar del Jardín del Castillo de Buda. El lugar durante la ocupación soviética, fue un café y luego un casino, y un restaurante ahora se refaccionó para resaltar su esplendor inicial, con toques modernos.
FELIX Kitchen & Bar, forma parte de los locales, recomendados por la Guía Michellin como de los mejores Hungría. Nuestro desayuno aquí fue perfecto. El día recién comienza y salimos de Felix con el alma reconfortada a pasear por la ciudad.
La felicidad estuvo servida para nosotros, brindamos por Budapest y yo levante mi copa por mis abuelos, por papá y agradeciéndoles porque que todo lo que ellos vivieron y sufrieron, nos ayudo para estar aquí. La historia que se escribe de ida y vuelta. Gracias a ellos estamos a salvo bajo este cielo azul.
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