Alejandra
La navidad en Budapest es muy bella. Las calles se iluminan especialmente, la alegría se siente en el ambiente. Maravillosos mercados navideños realizan en diferentes plazas. Frente a la gran Basílica de San Esteban se organiza una de las ferias más encantadoras, es un lugar que hechiza!
El aire frio del ambiente se mezcla con los aroma de la canela, castañas, chocolate y la lavanda, en los pequeños kioscos de la feria venden todos estos productos. Mientras camino por un sendero lleno de luces y estrellas voy encontrando diferentes tesoros: artesanías, bordados, velas, objetos de madera. Estar allí es sentir un ambiente de navidad amoroso, cálido y humano.
La gastronomía húngara es el corazón del mercado. Los kioscos de comida son pequeños restaurantes donde se venden todas las delicias de la comida nacional: repollo relleno. pato, cerdo, salchichones, el goulash, que se sirve dentro de un pan campesino grueso y crujiente, los Lángos que es una masa frita crujiente y suave por dentro: coronada tradicionalmente por crema de leche, queso, cebollas y chorizos, pero hay diferentes sabores y son riquisimos!
Dentro del universo de la dulzura se venden kürtőskalács, es el dulce mas antiguo de la gastronomía húngara y es de la región de Transilvania. Los kürtőskalács son unos cilindros de masa y azúcar, que se colocan sobre carbón, el azúcar se carameliza sobre la masa, formando una corteza dulce y crujiente, mientras la masa de dentro queda muy suave y blanda. Luego se espolvorean con canela, nueces, almendras, chocolate, azúcar de colores. Se comen recién horneados y el sabor de masa recién hecha, junto con la canela es delicioso y su aroma viaja por las calles y apenas lo sientes la navidad entra a tu alma.
Hay un puesto que vende maravillas de mazapán, elaborados con pasta de almendras en un 70% y los más increíbles rellenos y coberturas de chocolate: con coñag, cerezas, whisky, Ferrero, naranja, fresa , pistacho y todo lo rico de este mundo. Hay torres y cajones de todos los sabores y colores. Caramelo para los ojos y alegría multicolor.
También se vende vino caliente que se elabora en grandes calderos, allí el vino junto con el clavo, canela, especies y naranjas se va calentando y su perfume llena el lugar generando alegría inmediata. Tomar un vaso calienta el cuerpo y esa calidez es como un abrazo para el espíritu.
Hay un gran pino de navidad en medio de la plaza, la catedral se ilumina con un juego de luces y proyecciones, hay música de navidad. Caminar dentro del mercado, mirando las artesanías, comiendo algo y dejándose llevar es una actividad muy enriquecedora y bonita.
El mercado de navidad de la Basílica de San Esteban de Budapest ganó el premio como el Mejor de Europa . Según la revista Forbes el premio fue producto de 290.000 votos de viajeros .https://www.europeanbestdestinations.com/christmas-markets/
La tradición de los Mercados navideños en el país es muy antigua. En 1296 Alberto I de la Casa Habsburgo , permitió que los artesanos de Viena organizaran una feria de artesanías. Desde ese momento se organizaban estos eventos en navidad ademas de productos de los artesanos se vendían dulces y bebidas desde allí viene la vieja tradición de los mercados navideños . La iniciativa se extendió por toda la zona y hasta hoy en día.
Sin estas de vista en Budapest, es algo que no te puedes perder. Es realmente mágico y encantador.
