Café Frei de Budapest: Una mezcla fascinante.

 

 

Está semana visite el Café Frei de Budapest. Fue como entrar a una escena del film Indochina ( Régis Wargnier 1992, Francia) muy  sorprendente. La decoración del lugar es un cruce de continentes.  Por momentos te sientes en un lugar exótico: quizás en Camboya o en Antigua, pero a la vez sabes que estás en el centro de Europa. Una mezcla fascinante.

Nos sentamos en una mesa con un sofá de terciopelo rojo china, con un espejo laqueado de negro  rotundo y en las paredes dibujos de guacamayas tropicales. La luz tenue ayuda a esta atmósfera misteriosa y chic. La suave música es como la brisa del mar, en mi cabeza escuchaba el susurro melodioso de un bolero antiguo, en nuestro dulce y melodioso castellano.

Probamos tres cafés, todos totalmente especiales, hermosos e inesperados. Una mezcla de sabores que hace que la imaginación se despliegue a lugares diferentes, a memorias, a sensaciones. Este café es una recompensa post covid mágica: la celebración por haber recuperado el olfato. Quizás por eso cada sorbo de café era una explosión milagrosa. 

Latte Jamaiquino: café y leche mezclado con pimienta de jamaica, nuez moscada, canela y jengibre servido en una bol de cerámica que puedes tomar con ambas manos y donde disfrutas de los aromas, la calidez de la taza en la mano y luego el sabor inesperado.  

Café Sacher: Servido en una elegante y etérea copa de champaña, es una mezcla perfecta entre café, mermelada de melocotones, chocolate, café, leche y escamas de torta Sacher.  Tomar esta fina copa entre las manos para tomar este postre/café se siente como un regalo para el alma, inmediatamente viene la sonrisa, el deseo de brindar por algo especial y de agradecer. 

Romuskorte Mokka: café con crema, sobre la espuma blanca y elegante flotan esferas color dorado que  brillan proporcionando alegría  y frescura . El café  tiene ron, mermelada suave de peras y chocolate caliente. Una mezcla exótica, diferente y divina.

 

Cuando pedí los cafés y me acerqué a la barra , pude ver la hermosa y dorada máquina café ELEKTRA.  Estas máquinas de café se  fabrican a mano desde hace más de 60 años , son de color dorado y  oro rosa  resplandecientes. es una máquina  vertical que está coronada con una cúpula que sostiene la efigie de un águila, símbolo de la marca.

Luego de hacer el espresso, la chica barista prepara cada café en una barra llena de frascos de vidrio, tarros de colores, frascos de etiquetas hermosas con diferentes especies y materiales: chispas de colores, vainilla, especies de todos los continentes, azúcar de todos los estilos, cacaos de diferentes lugares, syrops, mermeladas, frutas. Es una especie de laboratorio de alquimia mágica entre café y gran variedad de combinaciones y sabores. 

La vitrina de tortas ofrece pequeñas porciones de sabores de diferentes países y orígenes: una verdadera belleza. La globalización armoniosa y perfecta, donde todo el mundo tiene un espacio. 

En muchos lugares de la ciudad hay  cafeterías Frei. Es la cadena nacional de cafeterías más grande de Hungría. utilizan cafe 100% arábica, traído especialmente por ellos directamente desde las plantaciones hasta Budapest. El concepto del lugar es mostrar la cultura cafetera del mundo, tienen alrededor de 70 tipos de café de diferentes países. Es una vitrina del mundo del café, entrar en uno de los cafés es  viajar por el mundo, en sabores, historias e imaginación.

Si estas de visita en Budapest es un lugar que hay que visitar. El café es rico y el “viaje” a tierras lejanas se agradece. 

https://www.cafefrei.hu/

 

 

 

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