La vida me sonríe y me lleva a tomar un Café noisette al sur de Francia.
En diciembre viaje unos días al sur de Francia, a pequeñísimos pueblos medievales con calles estrechas, inmensas torres de piedra, plaza central donde transcurren mercados sabatinos con productos regionales. Un verdadero placer probar panes, vinos, miel, patés, quesos, frutas, pasteles.
Por supuesto fue ocasión de comer en cada patisserie, croissants. Los croissants son mi adoración, pero también de comer Pain au chocolat que en la región se llama chocolatine -cosa que descubrí cuando en cada local me corregían al pedir un Pain au chocolat-, en todo caso siempre fabulosos.
Las cafeterías que visité preciosas, pequeñitas, sin embargo no destacan por la calidad de su café sino por su encanto: los lugares están llenos de personas disfrutando la tarde frente a sus pequeños vasos, tomando Petit noir y Noisettes, leyendo un libro, hablando y riendo y por supuesto fumando.
Sin embargo un café malo, no siempre arruina el día porque la vida puede ofrecer revancha y la revancha fue dada por los postres.
En la plaza de Mauvezin, Hylda ofrece unas delicias de altura sublime. Chocolates, cremas, almendras, chantilly, fondant, tiene un riquísima framboisie: chocolate blanco, vainilla y frambuesas, con un color brillante y aterciopelado y la cereza del pastel: Le París-Brest. Se trata de una corona de masa parecida a la de los profiteroles rellena de crema pastelera con crema de mantequilla y con praliné de avellana. Hylda tiene una sonrisa generosa, de sus manos salen delicias. Hylda aunque es francesa tiene un corazón venezolano. Puedes mirar sus creaciones en las redes : Le Fouet Magique d’Hylda.
Así que , el corazón se me llenó de alegrías, no por el café sino por los dulces.
En la Plaza central de Fleurance, sentarse en cualquier café es un gran placer, observar a los comensales, disfrutar de la arquitectura, hablar y compartir, tener el tiempo para que la vida transcurra tomando un café noisette , une noisette – espresso con un poquito de leche con espuma. Es el nombre que se le da en Francia al café macchiato o cortado. El nombre significa café avellana y su nombre indica el color que adquiere el café al mezclarlo con un poco de leche y bueno cuando la vida se torna de ese color tan bonito, color chocolate, es por que siempre hay motivos para celebrar y brindar por el amor y la amistad.