Cuando llego a las puertas de una de las librerías mas bellas del mundo -El Ateneo Grand Splendid fue elegida por el diario británico The Guardian como la segunda librería más importante del mundo- el corazón se me acelera. La entrada. es atravesando un par de inmensas columnas griegas, allí accedes a un espacio discreto, las mesas llenas de libros pero unos pasos más allá se abre ante ti un lugar espléndido. Un antiguo teatro de principios de siglo XX convertido en templo para los amantes de la lectura: Allí hay más de cien mil libros. Palcos hermosos con brocados dorados, butacas de cuero para sentarte a leer, iluminación discreta, una cúpula central majestuosa con un fresco pintado con la imagen del cielo y al fondo -en el escenario- un café detrás de un gran telón de terciopelo rojo imperial.
La cafeteria no puede ocupar un lugar más fantástico: el escenario . Me siento a disfrutar la belleza del lugar. A un costado de la cafetería, tras los bastidores, esta el viejo tablero de luces del teatro, realmente bellisimo: palancas de metal, los numero que indican dónde esta cada farol, escrito a a mano. Las lamparas del lugar están colocadas en las tramoyas y son exactamente faroles de luces teatrales. En la parte trasera del escenario, descansa un piano de cola negro y brillante, donde un pianista ejecuta viejas melodías de tangos.
Un café llega a mi mesa. Un capuchino servido en una copa de vidrio, que deja traslucir el cafe estratificado; la base oscura, la leche blanca y la espuma al tope: luce hermoso. El sabor amargo, sobre tostado, la leche demasiado caliente, en otras palabras quemado y ademas en una «taza que no ayuda». La taza influye enormemente en la percepción del sabor y en estas jarras estrechas no logras acercar la nariz al café perdiendo los aromas que ofrecen la bebida y el cafe se enfría demasiado rápido pues el vidrio no logra conservar correctamente la temperatura.
Buenos Aires es una ciudad llena de cafeterías hermosas y los porteños aman tomar café sin embargo, probablemente ignoran que toman de los peores del cafés del mundo . La razón: Argentina importa café barato de Brasil del grano robusta, recogido industrialmente y bueno, este el origen del problema. También usan el café torrado: es decir enmascaran los defectos de los granos adicionando azúcar al momento de tostarlo. Esto hace que el sabor del café sea amargo, muy fuerte y oscuro se pierden toda la sutileza de sabores y armonías de verdadero café.
Trato de que no se arruine el momento mágico, así que opto por dejar el café y pedir una copa de vino malbec. Con cada sorbo de vino, disfruto de la música del piano, de la gente que lee tranquilamente, las voces de las otras mesas y de un tiempo sin tiempo donde nadie parece tener prisa. Respiro profundo y de pronto puedo percibir el aroma del Chanel N 5, que lleva con clase, una dama sentada detrás de mí. Se trata de una señora mayor, usa un sueter de angora blanco y se adivina, en el respaldar de su silla, un abrigo de cuello con piel de conejo, tiene ese aire tan porteño y en ese momento pienso: Buenos Aires es como un Chanel N 5, tiene la elegancia señorial de otros tiempos. La eterna esencia del lujo que ya pasó de moda.
El Ateneo Grand Splendid fue elegida por el diario británico The Guardian como la segunda librería más importante del mundo. sobre el antiguo cine teatro Grand Splendid en el Barrio de Recoleta, conserva su antiguo esplendor y elegancia, con la cúpula decorada con frescos, las barandas originales y la decoración intacta