Alejandra
La magia existe en una taza de cafe y su nombre es dulce y pequeña lluvia ..el café servido con una nube Rose.
Una fría tarde de febrero en Budapest, donde todo es gris, entro al café Rose Meze Cocktail Bar.
El lugar es color dusty rose, las paredes, los muebles, las lamparas todo en combinación con el dorado logran la suavidad de los pétalos de la flor, el rosa empolvado es muy sofisticado. Las sillas de terciopelo me hacen sentir tranquilidad y calidez. Solo con poder sentarme allí me siento especial.
Pido un Sweet Little Rain, un delicado café que viene acompañado con una efímera nube de algodón rosa flotando sobre la taza. El vapor de café hace que de la nube caigan gotitas azúcaras en la taza. Esto es como mirar una finísima lluvia, un optimista día de primavera, es una taza de café realmente mágica. Un momento inspirador y de gran belleza poética.
Coloco mi libro sobre la mesa, estoy leyendo un libro maravilloso: «El último encuentro» de Sandor Márai, el gran escritor húngaro ha sido una revelación para mi, pero ademas leerlo en Hungria tiene un toque realmente mágico. El libro me tiene hechizada, las palabras, la atmósfera, la maestría de los textos , realmente magistral.
«Uno siempre responde con su vida entera a las preguntas más importantes. No importa lo que diga, no importa con qué palabras y con qué argumentos trate de defenderse. Al final, al final de todo, uno responde a todas las preguntas con los hechos de su vida: a las preguntas que el mundo le ha hecho una y otra vez. Las preguntas son estas: ¿Quién eres? ¿Qué has querido de verdad? ¿Qué has sabido de verdad? ¿A qué has sido fiel o infiel? ¿Con qué y con quién te has comportado con valentía o con cobardía? Estas son las preguntas. Uno responde como puede, diciendo la verdad o mintiendo: eso no importa. Lo que sí importa es que uno al final responde con su vida entera”.
Y así una tarde cualquiera en Budapest se reunen dos de mis amores en una sola mesa: el café y los libros. Pero si ademas estoy rodeada de terciopelo color rosa pálido y puedo sonreír, es una bocanada de oxigeno, de llenar los pulmones de azul clarito y pensar que bonita es la vida…
Si vienes a Budapest , no dudes en visitar ese bello lugar. Es una de las cosas perfectas para hacer en Budapest, luego de visitar el Parlamento de Hungria.
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