Emily in Paris: homenaje culinario a Francia.

 

Emily en París es una serie de Netflix que ha conquistado corazones en todo el mundo. Es una comedia llena de situaciones divertidas, con un toque romántico, capítulos cortos y tramas bastante sencillas. Pero lo que realmente fascina de la serie es su estética, pues se mezclan con elegancia:  la belleza, moda, ropa,  sumado a las  preciosas locaciones y la deliciosa comida.

El vestuario es despampanante,  explosivo y lleno de estilo, mientras muestra los escenarios más bonitos la la ciudad de luz: París.

Aunque en la serie todos parecen ser guapos, millonarios y exitosos, y no hay mucho espacio para las lágrimas —todo se resuelve con un brindis o una taza de café—, la serie es perfecta para distraerse, escuchar música fantástica y disfrutar de las tendencias en moda y color. Emily en París es un homenaje a la alta costura y a la moda, pero también es una carta de amor a París.

Además de la moda y la belleza, París es sinónimo de gastronomía y vinos, parte esencial de la cultura francesa, y la serie rinde tributo a esa rica tradición culinaria. Desde los deliciosos croissants, crepes y postres, hasta platos más elaborados como el gallo al vino, entrecot con salsa bearnesa, coquilles St. Jacques, y, por supuesto, la champagne, los vinos y los cafés: capuchinos y cafés cremosos.

Visualmente, la serie es deslumbrante: zapatos maravillosos, carteras increíbles, aromas, sabores, texturas, música y locaciones preciosas que reflejan la vida bella y sofisticada de la parte mas chic de París, un París lleno de glamour. Un sueño !

Punto y aparte dire que aunque amo la ropa de Emily y el  glamour de su jefa francesa el personaje de Mindy, que en mi opinión, resulta bastante vulgar, salvo algunas excepciones.

Pero ademas de la moda lo que realmente me interesa son las escenas relacionadas con la comida, los cafés y los restaurantes, que transmiten toda la magia de la cultura gastronómica francesa. En la serie están muy bien elaborados estos momentos y es para rendirse a los pies de la gastronomia francesa.

Emily, una chica de Chicago, llega a París sin mucha mas cultura culinaria que  que pizzas gigantes y perros calientes con pepinillos, pero al probar un pain au chocolat, casi muere de placer. La serie muestra cómo Emily va aprendiendo a beber, comer y saborear la vida en París, y esto se agradece mucho como espectador.

Disfrute cada restaurante, cada plato, cada café , cada copa, cada locacioón, como quien se deleita con cada cartera o vastido.

La 4 temporada propone momentos y escenas que son un homenaje a la comida Francesa tan emotivos y elegantes que vi varias veces la secuencia donde Emily y Gabriel comen el un restaurante de Provence. La secuencia tienen una serie de fundidos encadenados y disolvencias , donde cada plato, cada bocado, cada color se funden a la perfección en una secuencia culinaria con una edición muy hermosa.

El asunto ha llegado al punto de que la serie tiene 2 libros de cocina :

Bonjour Emily: An Unofficial Cookbook for Fans of Emily in Paris yEmily in Paris: The Official Cookbook 

En definitiva, Emily en París es un deleite visual y sensorial que celebra la belleza, la moda, la buena comida y la cultura de la Ciudad Luz, haciendo que nos enamoremos aún más de París en cada episodio. En cada capítulo provoca mirarlo mientras una se bebe una copa de buen chapám .

Si no haz visto la serie te espera un banquete visual:  Bon Appétit!

 

 

 

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